Peces

La acuacultura cuenta con muchos métodos de producción diferentes según la especie y el tipo de producción, desde el salmón a la trucha, pasando por la tilapia, y muchos más. La demanda de pescado es cada vez mayor y la acuacultura necesita soluciones sostenibles para superar sus desafíos diarios, como son la mejora de la alimentación de los animales, sus defensas naturales, la calidad del agua y el bienestar de los animales a lo largo de toda la producción. 

Los salmónidos se encuentran entre las especies acuícolas de mayor valor añadido y son los animales de la acuacultura más conocidos por los consumidores. Con un ciclo de producción largo (de 1 a 2,5 años), necesidades fisiológicas específicas y sistemas complejos (cría en agua dulce y en el mar), la producción de salmónidos se enfrenta a una serie de desafíos que deben afrontarse con eficacia, como el estrés agudo durante el transporte o los riesgos asociados a bacterias y parásitos en todo el mundo. 

La trucha fue una de las primeras especies acuáticas destinadas a la acuacultura y su cría en agua dulce se ha extendido por todo el mundo, en todos los continentes. Al ser animales carnívoros, las truchas se enfrentan a la demanda de una alimentación sostenible y rentable.