Ante el aumento de los costes de producción, la prioridad de los ganaderos de porcino sigue siendo el crecimiento. Por ello, la optimización del alimento desde la fase post-destete es un primer requisito esencial para satisfacer las exigencias de una porcicultura rentable. 

El destete y la transición alimenticia provocan trastornos digestivos en los cochinillos jóvenes. La separación de la madre, la nueva alimentación, el nuevo entorno son drásticos cambios que pueden repercutir en el crecimiento de los cochinillos. A fin de anticipar y prevenir estos problemas, nuestra mezcla exclusiva de extractos de plantas y especias favorece el confort digestivo de los cochinillos jóvenes para optimizar su crecimiento. 

El cerdo es una especie gregaria que vive en grupos sociales estables. En la explotación, las reagrupaciones y los cambios de nave desequilibran la jerarquía. Este tipo de situaciones son una fuente de estrés que se traduce en peleas y lesiones. El uso rutinario de nuestra solución olfativa, dotada de un mecanismo de acción cerebral exclusivo, ofrece una respuesta adaptada a la gestión de las situaciones estresantes. 

A pesar de la creciente consideración del bienestar animal en la ganadería, algunos animales más sensibles al estrés muestran comportamientos agresivos, como la caudofagia. Nuestra solución olfativa, dotada de un mecanismo de acción cerebral exclusivo, le ayuda a gestionar mejor estas situaciones. 

En el momento del destete, los cochinillos deben acostumbrarse rápidamente a su nuevo entorno y a su nueva alimentación. Para acompañarles en esta fase crucial de aprendizaje, nuestra solución olfativa promueve la orientación de los animales hacia el alimento y estimula su apetito. 

Los cerdos son sensibles al olor y al sabor. Un cambio en las materias primas o una transición alimenticia pueden tener un impacto negativo en el consumo de alimento. Una firma olfativa tranquilizadora y apreciada por el animal es esencial para un consumo óptimo de alimento. 

La ganadería porcina puede generar olores desagradables para los vecinos o emisiones de amoniaco que afectan a la calidad del aire en las naves. La gestión del entorno olfativo y de la calidad del aire es un factor importante para el bienestar y el medio ambiente.